En Czestochowa se concentra la base espiritual de Polonia. El monumento más importante que encontramos en la temática, es un monasterio del siglo XIV de los Padres Mínimos en el monte de Jasna Góra que alberga una imagen de la Virgen de Czestochowa.

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Según cuentan las leyendas locales, el cuadro lo pintó el evangelista Lucas sobre un trozo de madera que provenía de la mesa de la Sagrada Familia. Los milagros han hecho de este santuario un sitio venerado y respetado, donde todos los años se hacen peregrinaciones a la imagen de la Madona Negra.

El ícono de la Vírgen María es lo que da vida al santuario de Jasna Góra, ya que sin el ícono, no sería más que un conjunto de edificios repleto de memorias y obras de arte exentas de vida, tal como sucede en muchos otros santuarios alrededor del mundo.

En el cuadro de la Vírgen se pueden ver las expresiones y colores exactos de los protagonistas, ella y Jesús. Jesús se ve vestido con una túnica mientras reposa sobre el brazo de su Madre. En su mano izquierda, el niño sostiene un libro y la derecha la eleva con un gesto de bendición. El vestido y manto de la Vírgen están adornados con la flor de lis. Sus vestidos lucen de colores vivos, mientras sus rostros parecen oscuros y apagados a pesar de transmitir una imagen vital.

La cabeza de la Vírgen María muestra una estrella de seis puntas, mientras ambos protagonistas del cuadro, María y Jesús, reflejan angelicales aureolas doradas.

Foto: usd.edu

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