Polonia enamora y cautiva a los viajeros que llegan a sus tierras en busca de descifrar la rica historia de un país en medio de territorios históricamente conflictivos, como lo son Rusia y Alemania.

Polonia es un país con ricas tradiciones y ciudades que resplandecen bajo la luz del sol a cada paso que se da a través de ellas, mostrando una extenuante riqueza monumental y cultural difícil de dejar en el olvido.

Parte de este país que cambio de cara luego de la caída del comunismo, la gente es acogedora y amable y se caracteriza por mantener intactas las tradiciones que la hacen conservar una identidad única, lo que se refleja en su dialecto, su gastronomía, la forma de vestir, los gestos y creencias populares.

El río mas importante de Polonia y Europa Oriental es el río Vístula, que fluye por alrededor de las dos terceras partes de Polonia. Su origen está en los Cárpatos, desembocando en el golfo de Gdansk.

El Río es totalmente navegable por embarcaciones pequeñas, pasando por las ciudades de Cracovia, Varsovia y Torún. Al igual como sucedió en Hungría con el río Danubio, el Vístula antiguamente conectaba con el río Dnieper y el Mar Negro, haciendo la ruta Mar Baltico-Vistula-Dnieper-Mar Negro.

Los grandes afluentes siempre sirvieron para acarrear lotes que eran movilizados en naves mercantes a través de las ciudades que recorren las aguas como sucede con el sorprendente Río Vístula en Polonia.

Navegar a través de sus afluentes rememora los caminos de Venecia a bordo de sus gárgolas traspasando puentes y caminos flotantes llenos de romanticismo y color.

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