En Varsovia, existe un pulmón verde, verdadero oasis en medio de la ciudad capitalina polaca denominado Parque Lazienki, un parque de más de ochenta hectáreas que se ha convertido en uno de los sitios favoritos para ir a dar un paseo o caminata rodeados de hermosos jardines y paisajes repletos de frondosos árboles, arbustos y especies florales.
Un sitio notable en medio de este parque es el Palacio sobre el agua, una edificación realizada al más puro estilo neoclásico, que fue destruido y aplastado para la Segunda Guerra Mundial para ser reconstruido poco tiempo después, al igual que todo Varsovia, que se recuperó rápidamente de todos los golpes de la guerra, forjando una belleza fuerte y casi indestructible al paso del tiempo, reflejando en sus calles, plazas y casas, rasgos de un pueblo que tuvo el suficiente carácter de volver a levantarse de las cenizas.
Los días domingo se realizan conciertos de Chopin en el Jardín de las Rosas. Por los bellos jardines muchos se pasean por largas horas, incluso se dan paseos por el lago montados sobre góndolas rememorando los canales y afluentes de la romántica Venecia.
Existe un Palacio que fue mandado a hacer por orden del rey Estanislao Augusto Poniatowski en donde antes estaban ubicados unos baños. Es increíble el cambio que causa aplicar la imaginación a una obra que ya existía de antes para modificarla y convertirla en una completamente nueva, que proyecte una imagen diametralmente distinta a lo que era, prestando utilidad y belleza a quienes ingresan al palaciego edificio.
Foto: polonia-es