Si van a Polonia, deben tener en cuenta que no es el mejor lugar para poner en práctica alguna dieta, los platos y snacks son tan ricos y calóricos que seguramente volverán a sus respectivos países con más de algún kilito de más.
En Polonia son famosas diferentes variedades de salchichas, los platos en base a carnes suculentamente preparadas, la col y pepinos fermentados, la nata y las setas. Las especias ocupan un lugar privilegiado en la gastronomía polaca, como por ejemplo la mejorana, el hinojo, el perejil y la pimienta. El vodka es el bajativo perfecto para el almuerzo o la cena.
Otras delicias polacas son los postres y pasteles, con alto contenido de azúcar y cremas espesas, masas de buen cuerpo y sabores exquisitos. Los polacos tienen una gracia muy especial para cocinar, preparar sopas frías y calientes con vegetales y crema agria, elementos fermentados, setas y callos.
Mención especial merecen los entremeses, aunque para mi gusto la salchicha seria un entremés por excelencia, de hecho en mi país se sirve a modo de “pichanga”, frita con papas fritas, huevo y cebolla también fritos, los entremeses polacos mas afamados son los arenques salados con cebolla, el tocino frito con ciruelas secas, el bistec tártaro con yema de huevo y cebolla y la manteca de cerdo con cebolla, mejorana y manzanas o ciruelas secas. El pan es el acompañamiento de los snacks por excelencia.
Hay quienes no pueden comer nada sin untar un pan. Dependiendo de la costumbre y el gusto por las masas esto se replica en casi todos los países, no limitándose solo a los polacos, que también tienen muy buena mano para preparar panes y bollería de todo tipo.
Foto: madeleinecocina